Un tipo raro
Un Cristiano es un
tipo RARO,
tenemos que admitirlo:
Siente un supremo AMOR por UNO
a quien jamás ha visto.
Habla familiarmente cada día
con Alguien a quien no puede ver,
espera ir al cielo por la virtud de otro,
se vacía a sí mismo a fin de que lo llenen,
admite que es culpable
para que lo declaren JUSTO.
Baja a fin de subir,
es más fuerte cuanto más débil sea,
más rico cuanto más pobre es,
más feliz cuando peor se siente.
Lo entrega todo a cambio de nada,
se desprende de todo
y se gasta a sí mismo por los demás,
aunque nunca sea correspondido por ellos.
Renuncia a los aplausos,
a las primeras filas y a los tratos preferenciales
y lugares de honor;
no tiene temor de humillarse
y hace amistad e intima con los despreciados
y miserables de este mundo.
Muere para poder vivir,
abandona a fin de poseer,
regala para poder guardar,
ve lo INVISIBLE, oye lo INAUDIBLE
y CONOCE aquello que sobrepasa
todo ENTENDIMIENTO.
¿Eres tú uno de
ellos?
No se puede ser discípulo sin seguir al Maestro
y sin vivir lo que Él vivió y pasar lo que Él pasó.
¡No podemos vivir la Pascua
sin pasar por la Cruz!
No podemos llamarnos cristianos
si vivimos acomodados a este mundo.
Si no juntamos con Él,
entonces estamos desparramando
(Lc 11,23).