Iconostasio
EnciCato
(Gr. eikonostasion, eidonostasis de eikon: imagen, cuadro, e histemi: lugar)
La principal y más distintiva característica en todas las iglesias griegas,
tanto Católicas como Ortodoxas. Podría servir para distinguir en su ordenamiento
interior a la Iglesia Griega de la Romana. Éste consiste en una gran reja o
división que parte desde un lado a otro del ábside o cruza el extremo completo
del templo, separando el sagrario del cuerpo del templo, está hecho de
materiales sólidos como roca, metal, o madera, y corona a menudo (como en Rusia)
el mismo techo de la iglesia, cerrando así, completamente el altar y el sagrario
a los fieles. Tiene tres puertas: la gran puerta real en la mitad (así llamada
porque conduce directamente al altar sobre el cual el Rey de reyes es
sacrificado), la puerta del diácono a la derecha, y la puerta del proskomide
(preparativos para la Liturgia) a la izquierda, mirando la estructura desde el
punto de vista de un fiel en el cuerpo de la iglesia.
Dos imágenes o iconos deben verse en cada iconostasio, sin importar cuán
humildes, en la iglesia griega; la figura de Nuestro Señor sobre la derecha de
la puerta Real, y lo mismo de Nuestra Señora en la izquierda. Pero en las más
refinadas iglesias de Rusia, Grecia, Turquía, y Oriente, el iconostasio tiene
una abundancia de pinturas derrochadas sobre ella. Además de que las dos
imágenes son absolutamente necesarias, la reja está cubierta completamente por
ellas. Sobre la puerta real está siempre " la Anunciación", y a menudo, los
cuatro Evangelistas. Sobre cada una de las otras puertas están San Miguel y San
Gabriel. Más allá de la puerta del diácono está usualmente una imagen del santo
a quien está dedicada la iglesia, mientras que en el extremo opuesto está San
Nicolás de Myra o San Juan Bautista. Directamente arriba de la puerta real está
una figura de la Última Cena, y sobre ésta hay muchas veces una gran figura (deisus)
de Nuestro Señor coronado sobre un trono, con vestimenta sacerdotal, como Rey y
Sumo Sacerdote. En la parte superior de el iconostasio se halla una gran cruz (a
menudo en bajorrelieve), la fuente de nuestra salvación, y en cualquiera de sus
lados están las imágenes de Nuestra Señora y San Juan.
Donde los iconostasios son muy elevadas, como en las naciones eslavas, tanto en
el caso de templos ortodoxos o católicos, las imágenes que se hallan en la parte
superior están dispuestas en filas o hileras cruzando toda la longitud. Las de
la fila inferior ya fueron descriptas; la primera hilera sobre éstas contiene
imágenes conmemorando las fiestas principales de la Iglesia, como la Natividad,
la Anunciación, la Transfiguración, etc.; sobre ésta, hay una hilera
representando a los Profetas del Antiguo Testamento; y por último, la parte
superior del iconostasio. Esas pinturas están usualmente pintadas al modo
ceremonioso Bizantino, aunque en muchas iglesias rusas se ha empezado a usar el
arte moderno; el Templo del Salvador en Moscú es un notable ejemplo. El
iconostasio en las iglesias griegas helénicas nunca han sido tan elevadas ni
llenas de imágenes como en Rusia y otros países. Una curiosa forma de adorno de
los íconos o imágenes ha aumentado en Rusia y se ha hallado también en otras
partes de Oriente. Desde que la Iglesia Ortodoxa no admitiera esculturas dentro
de las iglesias (aunque a menudo tienen numerosas estatuas afuera) se imitó un
efecto de escultura en las imágenes situadas en el iconostasio lo cual produce
un efecto discordante en la mente Occidental. El icono, que es generalmente
pintado sobre madera, está cubierto, excepto la cara y las manos, con un relieve
de plata, oro, o nácar mostrando todos los detalles y curvas de las ropas y la
aureola: así da un efecto similar al camafeo natural alrededor de la pintura
plana de la cara y las manos del icono.
El iconostasio es realmente una tendencia Oriental en la ornamentación del lugar
sagrado alrededor del altar cristiano. Originalmente el altar fue simple y
austero en los ritos Oriental y Latino. Pero en las iglesias y catedrales de
Europa occidental, los constructores de iglesias góticas colocan un imponente
tabique, el retablo, inmediatamente detrás del altar y cargado de ornamentos,
figuras, y esculturas de alcanzando una belleza esplendorosa. En el Este, sin
embargo, los griegos desplazaron su atención a la barrera o tabique que divide
el altar y el sagrario del resto del templo, y comenzaron a adornar y embellecer
ésta, y así, gradualmente, la hicieron más alta y cubierta con imágenes de los
apóstoles, profetas, y santos. Así la Iglesia griega puso su ornamentación del
lugar sagrado en frente del altar, en lugar de hacerlo detrás de éste, como en
las iglesias latinas. En su forma actual, en las iglesias de los ritos Bizantino
y Copto, el iconostasio relativamente moderno, no anterior a los siglos XVI o
XVII. Nunca se usó en las iglesias romanas o en ninguna del rito latino de
Occidente, y fue desconocido en los primeros tiempos de la Iglesia. La moderna
baranda del presbiterio que se puede encontrar en el Rito Latino, representa
ajustadamente la barrera primitiva separando el altar del pueblo. Podría decirse
que, en las grandes catedrales góticas, la división del coro o del crucifijo son
una analogía del iconostasio, pero es la aproximación más cercana a éste en la
Iglesia Occidental. Ningún historiador o escritor litúrgico de la Iglesia Griega
primitiva o media nunca menciona el iconostasio. El uso de este nombre,
principalmente en ruso, no está restringido meramente a la división del altar,
aplicándose a cualquier objeto que soporta una imagen. El término "iconostasio"
se menciona por primera vez en los anales rusos en 1528, cuando Macarius (de
Novgorod) construyó uno.
En las iglesias de la antigua Grecia, había una pequeña barrera aproximadamente
a la altura de la cintura, y aún más bajo, separando el altar del pueblo. Ésta
fue conocida con diversos nombres, como kigklis, enrejado, dryphakta, cerco,
diastyla, barrera hecha de columnas, según el modo en que fuera construida. Muy
a menudo las imágenes de los santos fueron fijadas a la parte superior de las
columnas. Cuando Justiniano construyó la "gran" iglesia, Santa Sofía, en
Constantinopla, la adornó con doce columnas altas (en memoria de los doce
Apóstoles) con el fin de hacer una barrera o antealtar, y en lo alto de esas
columnas colocó un arquitrabe que se extendía en todo el ancho del santuario.
Sobre este arquitrabe o viga se colocaron discos o escudos conteniendo las
imágenes de los santos, y esta disposición fue llamada templon (templum), por su
supuesta similitud a las fachadas de los templos antiguos, o también como
expresando la idea cristiana del sagrario donde Dios era adorado. Cada iglesia
del Rito Bizantino eventualmente imitó la "gran" iglesia y así su iconostasio en
forma de templon abierto comenzó a ser adoptado entre las iglesias de Oriente, y
el nombre mismo era usado para designar lo que es ahora el iconostasio.
Pasaron algunos siglos antes de que hubiera alguna aproximación a la
construcción sólida de los tabiques que encontramos en las actuales iglesias
griegas. Pero gradualmente la demanda de grandes adornos creció, y para
satisfacerla las imágenes fueron colocadas sobre todo el iconostasio, así éste
comenzó a adoptar la forma actual. Después del Concilio de Florencia (1438),
cuando falló el último intento conciliar de reunir las Iglesias, el clero griego
tuvo gran agrado en construir y adornar sus iglesias lo menos parecidas a las
latinas como fuera posible, y desde entonces, en lo que respecta a los
iconostasios, se adoptó la forma de barrera similar a una pared o tabique que
tienen en el presente. Como su forma actual es meramente una cuestión de
desarrollo de arquitectura religiosa adaptada y acostumbrada en el Rito Griego,
el iconostasio fue continuamente usado por los católicos tanto como los
ortodoxos.
ANDREW J. SHIPMAN
Transcripto por Michael C. Tinkler
Traducido por Ricardo Pablo Salvador