DOCUMENTO redactado por los párrocos y responsables de las primeras parroquias de Roma
No es un grupo espontáneo, ni una asociación; no es un
movimiento de espiritualidad, ni un grupo selecto dentro de
la parroquia. Es un camino vivido en régimen de pequeñas
comunidades formado por personas de edad, condición
social, mentalidad y cultura diferentes, que dentro de la
actual estructura de la parroquia y en comunión con el
Obispo, reviven en plenitud su bautismo.
Nace del anuncio de la BUENA NOTICIA, que es CRISTO
vencedor en nosotros de la muerte y del pecado; anuncio
llevado, de acuerdo con el párroco, por un equipo de
catequistas de otra comunidad, que va más adelante en el
camino.
Después del anuncio, que se hace durante dos meses
de catequesis, la comunidad inicia su camino
neocatecumenal, en el que se revive el bautismo en
diferentes etapas, semejante al de la iglesia primitiva. La
vida de la comunidad, durante todo el camino, se basa en
la escucha de la PALABRA, en la LITURGIA y en la
CARIDAD FRATERNA.
Así, estas pequeñas comunidades abren en la parroquia
un camino de conversión, para todos aquellos que quieran
pasar de una fe infantil a una fe adulta. A la luz del
Concilio Ecuménico Vaticano II, el neocatecumenado
aparece como un camino concreto para edificar la Iglesia
en pequeñas comunidades, para que sean, en el mundo,
el CUERPO VISIBLE DE CRISTO RESUCITADO.
No se impone, siente el deber de no destruir nada, de
respetar todo, presentando el fruto de una Iglesia que se
renueva a si misma y que dice a sus mayores que han sido
fecundos, porque de ellos ha nacido.
Es una respuesta concreta a la necesidad de
evangelización hoy en la parroquia y en la diócesis. Lleva
adelante esta misión, viviendo el camino neocatecumenal
en la total obediencia a la comunidad madre, para dar en
el interior de la parroquia los signos de la fe: el AMOR en
la dimensión de la Cruz y la perfecta UNIDAD (Jn 13, 35;
17,21).
En la medida que la comunidad da estos signos, llama a
los hombres a conversión. Y sucede así que la comunidad
que surge se hace ella misma anunciadora de la BUENA
NUEVA y de ella nacen nuevas comunidades.
N.B.: DOCUMENTO redactado por los párrocos y
responsables de las primeras parroquias de Roma,
reunidas en convivencia en el año 1972.