SACRAM
COMMUNIONEM
PIO
XII
Motu
Proprio sobre el ayuno eucarístico
19
de Marzo de 1957
Para que los fieles pudieran recibir con
frecuencia la sagrada Comunión y cumplieran con mayor facilidad el precepto de
oír la santa Misa los días festivos, a comienzo del año 1953 promulgamos la
constitución apostólica Christus Dominus, en la que mitigamos la
disciplina del ayuno eucarístico; además, otorgamos a los Ordinarios de los
lugares la facultad de permitir la celebración de la Misa y la recepción de la
Comunión en las horas vespertinas, cumpliéndose ciertas condiciones.
Movidos por los abundantes frutos debidos
a esta concesión, los Obispos Nos dieron las gracias y muchos de ellos,
repetidas veces e insistentemente, Nos rogaron que, para mayor bien de los
fieles, se permitiera celebrar todos los días la santa Misa en las horas
vespertinas. Nos suplicaron, además, que se estableciera el mismo tiempo de
ayuno antes de la santa Misa o de la sagrada Comunión, que se celebrara o se
recibiera en las horas de la mañana.
El tiempo del ayuno -que habrá de
guardarse antes de la misa o de la sagrada comunión, celebrada o recibida en
las horas vespertinas- lo hemos reducido a tres horas para los alimentos sólidos
y a una hora para las bebidas no alcohólicas.
2. Nos, atendiendo al notable cambio que
se ha operado en el modo de ser del trabajo y de los oficios públicos y aun de
toda la vida social, hemos determinado acceder a las instantes súplicas de los
sagrados Pastores y, por ello, decretamos:
1)
Los Ordinarios de lugar, excluidos los Vicarios generales que no tuvieren
especial mandato, pueden permitir la celebración cotidiana de la santa Misa en
las horas vespertinas, con tal que así lo aconseje el bien espiritual de un
considerable número de fieles.
2)
El tiempo del ayuno eucarístico que han de guardar los sacerdotes antes de la
celebración de la Misa, y los fieles antes de la sagrada Comunión, tanto en
las horas que preceden como en las que siguen al mediodía, queda limitado a
tres horas en cuanto a los alimentos sólidos y las bebidas alcohólicas, y a
una hora en cuanto a bebidas no alcohólicas; el agua no rompe el ayuno.
3)
Quienes celebran Misa o reciben la sagrada Comunión a medianoche o en las
primeras horas del día, tienen que guardar el ayuno eucarístico durante el
tiempo antedicho (número 2).
4)
Los enfermos, aunque no guardaren cama, pueden tomar bebidas no alcohólicas y
verdaderas y propias medicinas, tanto sólidas como líquidas, antes de la
celebración de la Misa o de recibir la sagrada Comunión, sin ninguna limitación
de tiempo.
3. Exhortamos, sin embargo, vivamente a
los sacerdotes y fieles, que pudieren hacerlo, a que guarden -antes de la Misa o
de la sagrada Comunión- la antigua y venerable ley del ayuno eucarístico.
Finalmente, todos los que gozaren de estas
concesiones, procuren según su condición corresponder al beneficio recibido
con un más brillante ejemplo de vida cristiana, principalmente con obras de
penitencia y caridad.
Cuanto a las disposiciones que en este Motu
propio se contienen, entrarán en vigor desde el 25 de marzo [de este año],
fiesta de la Anunciación de la Santísima Virgen María.
Sin que obste nada en contrario, aun digno
de especial mención.
Dado en Roma, junto a San Pedro, el 19 de
marzo, fiesta de San José, Patrono de la Iglesia universal, de 1957, décimonono
de Nuestro Pontificado.
PIO XII