SCARAMELLI, GIOVANNI BATTISTA
Escritor ascético del s. XVIII, n. en Roma el 23 nov. 1687; m. en Macerata el 11
en. 1752. A los 18 años entra en la Compañía de Jesús. Por algún tiempo enseñó
Humanidades. Ordenado sacerdote en 1716, su campo de trabajo fueron las regiones
de Umbría y Las Marcas; su ministerio, la predicación, la dirección espiritual y
el magisterio por la pluma.
Autor espiritual. La biografía de la madre Crocifissa Satellico (Venecia
1750), su primera obra, fue incluida en el índice en 1769, después de la 4a ed.,
acaso por mostrar demasiado favor a las mortificaciones, pruebas y dones
místicos de la religiosa franciscana. Pero lo que le hizo célebre fueron: su
Dottrina de San Giovanni della Croce (Luca 1760), resumen de las principales
obras del Doctor místico; su Discernimento degli spiriti (Venecia 1753, trad.
española, Madrid 1790), o reglas de discreción de espíritus inspiradas en S.
Ignacio, enriquecidas con la doctrina de Alvarez de Paz y confirmadas o
completadascon observaciones de propia experiencia; y, sobre todo, sus dos
Directorios, ascético y místico, que le colocan entre los más autorizados
maestros de espiritualidad, al menos de su siglo.
El Direttorio ascetico (2 vol., Venecia 1754) «enseña el modo de conducir
las almas por las vías ordinarias de la gracia a la perfección cristiana». Es su
obra más conocida, divulgada en más de 20 ediciones italianas, otras tantas
francesas y varias en otras lenguas. Propone las vías ascéticas para alcanzar la
virtud por la oración y mortificación, recalcando el valor de una buena
dirección espiritual, indicando los obstáculos, describiendo las virtudes que se
han de adquirir, etc. Se distingue por el orden lógico, la solidez y profundidad
de doctrina, la unción espiritual.
El Direttorio místico, una de las obras que más han influido en esta rama
de la espiritualidad y de la que se han hecho muchas traducciones. No obtuvo la
aprobación de sus superiores para publicarlo, acaso por ciertas interpretaciones
bíblicas o expresiones chocantes inspiradas en el amor humano, acaso también por
temor a los ataques exacerbados de los jansenistas. Pero el editor veneciano de
las otras obras lo publicó por su cuenta, sirviéndose de una de las copias
manuscritas que llegaron a sus manos (la 2a ed. castellana es de 1857, en 2 vol.).
Después de -unas nociones de Psicología y de Teología, fundamentales para la
ciencia mística, describe la contemplación en general y sus grados, así como la
purificación pasiva de los sentidos y del espíritu. La obra se dirige a los
directores espirituales; como buen pedagogo, S. añade declaraciones prácticas a
la doctrina teórica, adoptando a veces un tono demasiado empeñado en convencer.
S. distingue la contemplación adquirida, en que no se percibe la acción de
Dios, de la infusa, en que no se percibe la propia. Ambas son sobrehumanas;
conviene desear y pedir la primera; respecto de la segunda es preferible ser
humilde y no sentirse preparado para tal gracia. Es opinión de S. que Dios
quiere comunicarse a muchos por vías extraordinarias, pero que falla con
frecuencia una dirección acertada, que se adapte al grado de espiritualidad,
condiciones del alma y mociones del Espíritu en ella. Su tesis acerca de las dos
vías para llegar a Dios -la ascética y la mística- ha sido refutada por los
teólogos modernos. Garrigou-Lagrange (v.) tuvo el mérito de ser el primero en
sostener que la mística, lejos de ser una vía extraordinaria, debe ser
considerada como el desarrollo normal de la perfección cristiana (cfr. L. Bouyer,
Introducción a la vida espiritual, Barcelona 1964, 331 ss.).
BIBL.: L. HOGUE, Scaramelli, en DTC 14,1259-63; íD, The Direttorio místico ol 1. B. Scaramelli, «Archiv. historicum S. I.» 9 (1940) 1-34; L. TOGNETTI, Direttorio ascetico di G. B. Scaramelli, Roma 1942, VII-XII; A. PORTALUPPI, Dottrine espiritual¡, Alba 1942, 355-360.
M. ZALBA ERRO.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991