Autor: P. Paulo
Dierckx y P. Miguel Jordá
Fuente: Para dar razón de nuestra Esperanza, sepa defender su Fe
Tema 19:
Los libros
de la
Biblia
Queridos amigos y hermanos:
Hoy día vamos a conversar sobre la Biblia: ¿Cuántos libros
tiene la Biblia? ¿Qué diferencias hay entre las Biblias católicas y las
Biblias protestantes? La Biblia no es un solo libro, como algunos creen, sino
una biblioteca completa. Toda la Biblia está compuesta por 73 libros, algunos
de los cuales son bastante extensos, como el del profeta Isaías, y otros son más
breves, como el del profeta Abdías.
Estos 73 libros están repartidos de tal forma, que al
Antiguo Testamento (AT) le corresponden 46, y al Nuevo Testamento (NT) 27
libros.
De vez en cuando suele caer en nuestras manos alguna Biblia
protestante, y nos llevamos la sorpresa de que le faltan siete libros, por lo
cual tan sólo tiene 66 libros.
Este vacío se encuentra en el A.T. y se debe a la ausencia
de los siguientes libros: Tobías, Judit, 1 Macabeos, 2 Macabeos, Sabiduría,
Eclesiástico y el de Baruc.
¿Por qué esta diferencia entre la Biblia católica y la
protestante?
Es un problema histórico-teológico muy complejo. Resumiendo
mucho, tra-taremos de contestar esta pregunta.
Primero vamos a explicar cómo se formó la colección de
libros sagrados del A.T. dentro del pueblo judío. Y luego veremos cómo los
cristianos aceptaron estos libros del A.T. junto con los libros del N.T. para
formar la Biblia completa.
1. La antigua comunidad judía de Palestina
En tiempos de Jesucristo, encontramos que en Palestina el
pueblo judío sólo aceptaba el A.T. Y todavía no habían definido la lista
completa de sus libros sagrados, es decir, seguía abierta la posibilidad de
agregar nuevos escritos a la colección de libros inspirados.
Pero desde hacía mucho tiempo, desde alrededor de los años
600 antes de Cristo, con la destrucción de Jerusalén y la desaparición del
Estado judío, estaba latente la preocupación de concretar oficialmente la
lista de libros sagrados. ¿Qué criterios usaron los judíos para fijar esta
lista de libros sagrados? Debían ser libros sagrados en los cuales se reconocía
la verdadera fe de Israel, para asegurar la continuidad de esta fe en el pueblo.
Había varios escritos que parecían dudosos en asuntos de fe, e incluso
francamente peligrosos, de manera que fueron excluidos de la lista oficial. Además
aceptaron solamente libros sagrados escritos originalmente en hebreo (o arameo).
Los libros religiosos escritos en griego fueron rechazados por ser libros muy
recientes, o de origen no-judío. (Este último dato es muy importante, porque
de ahí viene después el problema de la diferencia de libros.)
Así se fijó entonces una lista de libros religiosos que
eran de verdadera inspiración divina y entraron en la colección de la
Escritura Sagrada. A esta lista oficial de libros inspirados se dará, con el
tiempo, el nombre de «Canon», o «Libros canónicos». La palabra griega Canon
significa regla , norma, y quiere decir que los libros canónicos reflejan «la
regla de vida», o «la norma de vida» para quienes creen en estos escritos.
Todos los libros canónicos de la comunidad de Palestina eran libros
originalmente escritos en hebreo-arameo.
Los libros religiosos escritos en griego no entraron en el
canon, pero recibieron el nombre de «apócrifos», «libros apócrifos» (=
ocultos), porque tenían doctrinas dudosas y se los consideraba «de origen
oculto».
En el primer siglo de nuestra era (año 90 después de
Cristo) la comunidad judía de Palestina había llegado a reconocer en la práctica
39 libros como inspirados oficialmente.
Esta lista de los 39 libros de A.T. es el llamado «Canon de
Palestina», o «el Canon de Jerusalén».
2. La comunidad judía de Alejandría
Simultáneamente existía una comunidad judía en Alejandría,
en Egipto. Era una colonia judía muy numerosa fuera de Palestina, pues contaba
con más de 100.000 israelitas. Los judíos en Egipto ya no entendían el
hebreo, porque hacía tiempo habían aceptado el griego, que era la lengua
oficial en todo el Cercano Oriente. En sus reuniones religiosas, en sus
sinagogas, ellos usaban una traducción de la Sagrada Escritura del hebreo al
griego que se llamaba «de los Setenta». Según una leyenda muy antigua esta
traducción «de los Setenta» había sido hecha casi milagrosamente por 70
sabios (entre los años 250 y 150 antes de Cristo).
La traducción griega de los Setenta conservaba los 39 libros
que tenía el Ca-non de Palestina (canon hebreo), más otros 7 libros en griego.
Así se formó el famo-so «Canon de Alejandría» con un total de 46 libros
sagrados.
La comunidad judía de Palestina nunca vio con buenos ojos
esta diferencia de sus hermanos alejandrinos, y rechazaban aquellos 7 libros,
porque estaban escritos originalmente en griego y eran libros agregados
posteriormente.
Era una realidad que, al tiempo del nacimiento del
cristianismo, había dos grandes centros religiosos del judaísmo: el de Jerusalén
(en Palestina), y el de Alejandría (en Egipto). En ambos lugares tenían
autorizados los libros del A.T: en Jerusalén 39 libros (en hebreo- arameo), en
Alejandría 46 libros (en griego).
3. Los primeros cristianos y los libros sagrados del A.T.
El cristianismo nació como un movimiento religioso dentro
del pueblo judío. Jesús mismo era judío y no rechazaba los libros sagrados de
su pueblo. Además los primeros cristianos habían oído decir a Jesús que El
no había venido a suprimir el A.T. sino a completarlo (Mt. 5, 17). Por eso los
cristianos reconocieron también como libros inspirados los textos del A.T. que
usaban los judíos.
Pero se vieron en dificultades. ¿Debían usar el canon breve
de Palestina con 39 libros, o el canon largo de Alejandría con 46 libros?
De hecho, por causa de la persecución contra los cristianos,
el cristianismo se extendió prioritariamente fuera de Palestina, por el mundo
griego y romano. Al menos en su redacción definitiva y cuando en los libros del
N.T. se citaban textos del A.T. (más de 300 veces), naturalmente se citaban en
griego, según el Canon largo de Alejandría.
Era lo más lógico, por tanto, que los primeros cristianos
tomaran este Canon griego de Alejandría, porque los mismos destinatarios a
quienes debían llevar la palabra de Dios todos hablaban griego. Por lo tanto,
el cristianismo aceptó desde el comienzo la versión griega del A.T. con 46
libros.
4. La reacción de los judíos contra los cristianos
Los judíos consideraban a los cristianos como herejes del
judaísmo. No les gustó para nada que los cristianos usaran los libros sagrados
del A.T. Y para peor, los cristianos indicaban profecías del A.T. para
justificar su fe en Jesús de Nazaret. Además los cristianos comenzaron a
escribir nuevos libros sagrados: el Nuevo Testamento.
Todo esto fue motivo para que los judíos resolvieran cerrar
definitivamente el Canon de sus libros sagrados. Y en reacción contra los
cristianos, que usaban el Canon largo de Alejandría con sus 46 libros del A.T.,
todos los judíos optaron por el Canon breve de Palestina con 39 libros.
Los 7 libros griegos del Canon de Alejandría fueron
declarados como libros «apócrifos» y no inspirados. Esta fue la decisión que
tomaron los responsables del judaísmo en el año 90 después de Cristo y
proclamaron oficialmente el Canon judío para sus libros sagrados.
Los cristianos, por su parte, y sin que la Iglesia resolviera
nada oficialmente, siguieron con la costumbre de usar los 46 libros como libros
inspirados del A.T. De vez en cuando había algunas voces discordantes dentro de
la Iglesia que querían imponer el Canon oficial de los judíos con sus 39
libros. Pero varios concilios, dentro de la Iglesia, definieron que los 46
libros del A.T. son realmente libros inspirados y sagrados.
5. ¿Qué pasó con la Reforma?
En el año 1517 Martín Lutero se separó de la Iglesia Católica.
Y entre los muchos cambios que introdujo para formar su nueva iglesia, estuvo el
de tomar el Canon breve de los judíos de Palestina, que tenía 39 libros para
el A.T. Algo muy extraño, porque iba en contra de una larga tradición de la
Iglesia, que viene de los apóstoles. Los cristianos, durante más de 1.500 años,
contaban entre los libros sagrados los 46 libros del A.T.
Sin embargo, a Lutero le molestaban los 7 libros escritos en
lengua griega y que no figuraban en los de lengua hebrea.
Ante esta situación los obispos de todo el mundo se
reunieron en el famoso Concilio de Trento y fijaron definitivamente el Canon de
las Escrituras en 46 libros para el A.T. y en 27 para el N.T.
Pero los protestantes y las muchas sectas nacidas de ellos,
comenzaron a usar el Canon de los judíos palestinos que tenían sólo 39 libros
del AT.
De ahí vienen las diferencias de libros entre las Biblias
católicas y las Biblias evangélicas.
6. Los libros canónicos
Los 7 libros del A.T. escritos en griego han sido causa de
muchas discusiones. La Iglesia Católica dio a estos 7 libros el nombre de «libros
deuterocanónicos». La palabra griega «deutero» significa Segundo. Así la
Iglesia Católica declara que son libros de segunda aparición en el Canon o en
la lista oficial de libros del A.T. porque pasaron en un segundo momento a
formar parte del Canon.
Los otros 39 libros del A.T., escritos en hebreo, son los
llamados «libros protocanónicos». La palabra «proto» significa «Primero»,
ya que desde el primer momento estos libros integraron el Canon del A.T.
7. Qumram
En el año 1947 los arqueólogos descubrieron en Qumram
(Palestina) escritos muy antiguos y encontraron entre ellos los libros de Judit,
Baruc, Eclesiástico y 1 de Macabeos escritos originalmente en hebreo, y el
libro de Tobías en arameo. Quiere decir que solamente los libros de Sabiduría
y 2 de Macabeos fueron redac-tados en griego. Así el argumento de no aceptar
estos 7 libros por estar escritos en griego ya no es válido. Además la Iglesia
Católica nunca aceptó este argumento.
8. Consideraciones finales
Después de todo, nos damos cuenta de que este problema
acerca de los libros, es una cuestión histórico-teológica muy compleja, y con
diversas interpretaciones y apreciaciones. Con todo, es indudable que la Iglesia
Católica, respecto a este punto, goza de una base histórica y doctrinal que,
muy razonablemente, la presenta como la más segura.
Sin embargo, desde que Lutero tomó la decisión de no
aceptar esta tradición de la Iglesia Católica, todas las iglesias protestantes
rechazaron los libros Deuterocanónicos como libros inspirados y declararon
estos 7 libros como libros «apócrifos».
En los últimos años hay, de parte de muchos protestantes,
una actitud más moderada para con estos 7 libros e incluso se editan Biblias
ecuménicas con los Libros Deuterocanónicos.
En efecto, han ido comprendiendo que ciertas doctrinas bíblicas,
como la resurrección de los muertos, el tema de los ángeles, el concepto de
retribución, la noción de purgatorio, empiezan a aparecer ya en estos 7 libros
tardíos.
Por el hecho de haber suprimido estos libros se dan cuenta de
que hay un salto muy grande hasta el N.T. (más o menos una época de 300 años
sin libros inspira-dos). Sin embargo estos 7 libros griegos revelan un eslabón
precioso hacia el N.T. Las enseñanzas de estos escritos muestran una mayor
armonía en toda la Revelación Divina en la Biblia.
Por este motivo, se ven ya algunas Biblias protestantes que,
al final, incluyen estos 7 libros, aunque con un valor secundario.
Quiera Dios que llegue pronto el día en que los protestantes
den un paso más y los acepten definitivamente con la importancia propia de la
Palabra de Dios, para volver a la unidad que un día perdimos.
Cuestionario:
¿De cuántos libros está formada la Biblia Católica y de
cuántos la Evangélica? ¿Cómo se originó esta diferencia? ¿Cuáles son los
libros canónicos y los Deuterocanónicos? ¿Por qué se llaman así? ¿Qué
aporte hacen estos libros a la Revelación? ¿Qué pasó con la Reforma de
Lutero en lo referente al número de los libros de la Biblia? ¿Qué se confirmó
con los hallazgos de Qumram? ¿Incluyen últimamente algunas Biblias
protestantes los libros Deuterocanónicos? ¿Qué sería deseable a futuro?